Cruzan los océanos miles de audaces nadadoras acorazadas. Vienen desde México, Costa Rica, Australia y otros lugares del océano Pacífico hasta llegar a las costas peruanas. Algunas atraviesan la mitad del planeta sólo para alimentarse en los ambientes marinos del Perú. Es poco frecuente que aniden en sus costas, pero lo que sí es seguro es que de éstas se sirven, gracias a sus hábitats submarinos de ricos recursos básicos para su alimentación, para luego continuar su travesía. Sí, se trata de las tortugas marinas que recorren el mundo desde hace millones de años.
Las tortugas marinas son el producto de millones de años de evolución y, por tanto, de perfeccionamiento. Son expertas nadadoras, capaces de atravesar océanos completos para poder reproducirse y depositar cientos de huevos en alguna paradisíaca playa tropical o sub-tropical. Sus extremidades convertidas en aletas y su cuerpo aerodinámico le dan una gran maniobrabilidad en el medio marino. Además de ser excelentes nadadoras, su innata habilidad para la navegación, basada en su capacidad de percibir el magnetismo de la tierra, es la razón de que hayan sido extremadamente exitosos en conquistar todos los mares de nuestro planeta. Tal es su adaptabilidad que aun siendo reptiles y, por tanto, teniendo limitaciones para controlar la temperatura de su cuerpo, han sido capaces de desarrollar mecanismos para poder navegar inclusive a través de las frías aguas de Canadá.
Además de ser excelentes marineras, las tortugas marinas son también excelentes buzos. La tortuga dorso de cuero, por ejemplo, tiene un récord de inmersión que va más allá de los 1000 metros de profundidad, comparable únicamente con algunos mamíferos marinos como los cachalotes y las focas elefantes. Inclusive, una de las especies de tortugas marina - la tortuga cabezona - posee el record de tiempo de inmersión de 410 minutos, la inmersión de mayor duración registrada para un vertebrado marino. Estas hazañas de buceo son posibles gracias a que las tortugas pueden almacenar aire no solo en los pulmones sino también en la sangre y en los músculos como lo hacen los mamíferos marinos además de poder controlar su gasto de energía.
En nuestro mar peruano podemos ver cinco especies de tortugas marinas: la tortuga dorso de cuero, la tortuga verde, la cabezona, la pico de loro y la tortuga carey. Ellas no están distribuidas uniformemente en nuestro mar. Algunas, como la tortuga dorso de cuero, la cabezona y la pico de loro prefieren los hábitats de aguas profundas (oceánicos) mientras la tortuga verde y carey prefieren las aguas más cercanas a la costa. Sin embargo, eso no impide que todas se acerquen esporádicamente a la costa o que ingresen en aguas oceánicas. La tortuga verde es la que vemos con mayor frecuencia a lo largo de toda la costa peruana. Muchos tablistas comentan ver tortugas mientras esperan por la ola perfecta del día y es verdad, algunas especies de tortugas gustan de los hábitats rocosos que muchas veces caracterizan el fondo de una buena rompiente.
Imagen 2. Tortuga Pico de Loro (Lepidochelys olivacea) con anzuelo de palangre en la boca.
Imagen 3. Las corrientes locales acumulan los desperdicios arrojados al mar y los deposita en las costas
Todos podemos crear consciencia y trabajar juntos para cuidar no solo a las tortugas marinas sino al medio ambiente marino dado que la salud del mar tiene influencia en la salud de toda la humanidad.
* Todas las especies de tortugas marinas están protegidas tanto por leyes peruanas como por las internacionales.
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